Que paja! Eso desmotiva y te hace sentir, a veces, que no sos lo suficientemente «bueno». Incluso a veces eso hace que te sientas frustrado con otras actividades.
Pero tranqui! a todes nos pasó / pasa.
Tomate un descanso!
Pero ojo, que ese recreo no se lleve todo tu día.
Normalmente, cuando nos enfocamos tanto en una misma tarea, nuestro cerebro se cierra a nuevas ideas.
Lo que más me funciona en esos casos es dejar de hacerlo. Qué? Sí, en ese momento tu peor enemigo es seguir pensando en lo mismo.
Aprovechá para acomodar tu espacio de trabajo, para hacerte un café, salir a dar una vuelta, mirar por la ventana, etc.
Incluso a veces esos descansos son necesarios para cambiar nuestro humor o pensar «afuera de el tarro».
Probalo y me decís como te fue.
Flor.